Nuestra cognición es nuestro sistema de interpretación y nuestra interpretación es la que crea y a la vez restringe nuestros recursos. Nuestro sistema de interpretación es que nos dice cuáles son los parámetros de nuestras posibilidades y como lo hemos estado utilizando toda la vida no nos atrevemos a ir contra sus dictámenes.
Nos describimos la realidad al mirar y no sabemos mirar sino es a través de nuestras descripciones. En consecuencia las percepciones que tenemos basadas en nuestras descripciones se convierten en nuestra visión del mundo.
A través del dominio mental es como puedes recuperar el control primero, para volverte consciente de las interpretaciones que haces y segundo, para dirigir tu atención hacía las metas que deseas alcanzar.

Llegar al poder interior es entender que el mundo es simplemente eso, una visión. Lo importante no es crear una nueva visión sino llegar a la totalidad de uno mismo y de todas las cosas.
¿Cómo se consigue?
El camino empieza por silenciar la mente parando el diálogo interior.
Pasos prácticos:
– Crea momentos de conciencia en tu día a día (1-3 min) en los cuales diriges tu atención hacía la respiración, al corazón, los movimientos que efectúas, o cualquier objeto o tarea que escojas.
– Medita 10 minutos por la mañana y antes de acostarte.
– Mantén la visión positiva del mundo, aumenta la calidad de tus pensamientos y de tus emociones. La preocupación nunca ha formado parte de la solución.
– Mantente activo. Cuida el templo. La mente y cuerpo forman parte del mismo sistema.
– Sintoniza con la vibración de la naturaleza. No hay nada más renovador.
Fuente: Carlos Castaneda