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¿Cómo le enseño a mi mente a sentirse bien?

Hoy te invito a que experimentes algo nuevo, y qué participes en un entrenamiento divertido que va a ayudarte a enseñarle a tu mente experimentar un nuevo estado de ser a través de la cualidad imaginativa de tu mente por una parte, y la actitud consciente en el momento presente (Mindfulness), por otra.

«La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento está limitado a todo lo que sabemos y entendemos, mientras que la imaginación abarca al mundo entero, y todo lo que habrá que saber y comprender».

Albert Einstein

Los científicos nos recuerdan que el conocimiento que tenemos acerca del mundo proviene de recordar, de la construcción del «yo» surgido en base a las experiencias pasadas, a través de la lente de nuestra realidad personal. Por el contrario, la imaginación es la imagen de la posibilidad futura.

Nos imaginamos el “yo” futuro, un escenario por aparecer, lo que está por conocer y comprender.

La imaginación creativa consciente, crear las situaciones que superan la realidad,“lo imaginal”, un sueño despierto y voluntario en el que en las experiencias imaginadas se encarnan en nosotros, es un entrenamiento que enseña a nuestra mente sentirse de forma diferente a través del anclaje en las emociones positivas. Imaginar acontecimientos felices crea en nuestro cerebro nuevas conexiones, o refuerza las existentes responsables de los estados mentales del bienestar. Convirtiéndonos “en” en vez de soñar “con” empezamos a engendrar nuevas posibilidades de sentir, nuevas posibilidades de ser.

“Esta facultad abre ante nosotros un mundo suprasensible que no es el mundo conocido a través de los sentidos ni tampoco por medio del intelecto, sino un tercer espacio, un entre mundo que se halla entre lo sensible y lo inteligible – un mundo del alma. (…) La imaginación posee su función cognitiva, es decir, que nos permite acceder a una región y realidad del ser que sin ella queda cerrada y prohibida.”

Alejandro Jodorowsky

Nos ejercitamos para estar completamente presentes para poder sumergirnos en esa experiencia. Con la atención consciente en los estados imaginativos, no recordamos ningún pasado, no proyectamos desde el pasado hacia el futuro, sino creamos desde el momento presente un nuevo porvenir, un nuevo estado de ser.

Desde la tranquilidad y confianza, nos sumergimos por completo en la experiencia imaginativa consciente. A través de la apertura de los canales perceptivos a la riqueza de las sensaciones que vayan surgiendo construimos la experiencia fuera de los significados personales del pasado, ahora. Es el único momento en el que es posible de crear una nueva dimensión del ser.

En los estados de presencia estamos suspendiendo nuestro apego familiar al pasado, nos volvemos totalmente presentes en la cadena sostenida de momentos. Elegimos estar en la experiencia presente. Elegimos ser.

Usa tu imaginación teniendo en cuenta sus cuatro aspectos: 1. Capacidad de crear una imagen, 2. Mantenerla en tu mente, 3. Examinarla para ver los detalles, y por último, 4. Cambiar la imagen y verificar el resultado obtenido se relacionan con lo que estás haciendo en este momento.

Visualiza un estado de felicidad que está en sintonía con tu interior. Puede estar relacionado con personas, objetos, o espacios, etc. No hay reglas al respecto. Lo único que importa es dejar que te abrume la imaginación hacia el surgimiento de ese nuevo estado de plenitud. Tan solo necesitas construir y mantener una base sólida a través del enfoque. No olvides que tienes que disfrutar de este proceso. La conexión con las emociones superiores (alegría, entusiasmo, gratitud, amor, etc.) son la base de este entrenamiento.

Con tan solo 5 minutos de práctica, a parte de modificar tu estado de ánimo al instante, estás influyendo de forma positiva en la arquitectura de tu cerebro y abriendo la puerta a las nuevas posibilidades.

Descubrirás que cuanto más abres su imaginación a las posibilidades existentes, más posibilidades aparecen.

También es importante que te des cuenta de que cuando combinas estos cuatro pasos, o aspectos de la imaginación con el proceso de enfoque, encontrarás que también tienen aplicación en la práctica meditativa.

En realidad, corresponden a los cuatro fundamentos del éxito o poder (iddhipāda): 1. Entusiasmo (chanda), 2. Energía / perseverancia (viriya), 3. Compromiso mental (citta), 4. Discernimiento (vīmaṃsā).

Para mejorar tu enfoque, tienes que dejar que te abrume la imaginación, como cualquier otra habilidad. Y aunque a menudo creemos que la imaginación no está relacionada con la meditación, no hay nada más equivocado.

Eres el observador y a la vez el participante activo en la construcción de la realidad. Esos puntos se complementan de esta manera: cuando cambias algo, verificas si algo ha mejorado, o empeorado; si ha empeorado, puedes intentar cambiar algo nuevamente.

Verificar y cambiar en el idioma Pali se llama vicāra, y significa la investigación. Cuanto más cómodo te sientas, más claramente verás que la gama de confort que creas se expande. Esta va a ser la base de tu práctica.

A cada momento debes decidir en qué elementos enfocas tu atención y de qué manera, porque esto da forma a tu experiencia. Creas un estado de devenir a cada instante.

¿Qué haces cuando practicas el enfoque? Creas un estado mental intencionalmente. Se requiere imaginación. La meditación te lleva al presente, pero una vez que estás en el momento presente, te alcanza cuánto tus intenciones han contribuido a darle forma.

¡Ahora es tu momento!

La potencia pura de las cosas espera a ser observada para poder convertirse en tu realidad.

¡Ve a por ello!

Si estás interesado en profundizar en las técnicas del Mindfulness para avanzar en tu desarrollo personal y alcanzar el bienestar, suscribete a mi blog.

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